Mientras tú te encuentras probablemente de paseo en el mundo de Morfeo, yo estoy en medio de un torbellino de emociones y dudas que me llevan a ti, ansiosa por verte o por lo menos recibir un mensaje tuyo con una reaparición triunfal, sin embargo, solo me engaño porque sé bien que ese mensaje no llegara hoy, tal vez mañana, quizá mi mayor ansiedad en este momento es que no llegue por completo.
Quisiera poder decir que sé perfectamente lo que me está pasando, pero no es así, mis uñas lo dejan entrever, me estoy enloqueciendo un poco y la realidad que esa persona no tiene ni idea de esto.
Te extraño ¿sabes?, obviamente no, porque no soy capaz de decírtelo, escribírtelo, porque tengo miedo, pavor, de no ser correspondida, eso es lo que sucede, he pasado días pensando en que tal vez tú simplemente andas por ahí coleccionando corazones y pensamientos, sin darte cuenta de lo que provocas con ello. Tal vez tu actuar no es intencional o tal vez lo sea, no sé un carajo acerca de ti y eso me carcome, y lo poco que sé solo me hace querer estar a tu lado porque me fascinas, aunque hoy me di cuenta que no debía gastar tanto combustible para mantenerme arriba cuando es evidente la caída.
Estoy embriagada de ti, pareciera que fueras una droga a la que me volví adicta con tan solo una probada, me tienes desquiciada, ¿cómo es posible que no he probado aquellos labios tan siquiera?, ¿será mi culpa o simplemente eres demasiado idiota para no darte cuenta?, ¿o tal vez lo sabes y prefieres mantenerme lejos por miedo a sentir lo que siento? No entiendo cómo puedes ignorarme de esa forma mientras yo lo único que ansío es enredarme entre tus piernas y sentir tus manos acariciando sutilmente cada centímetro de mi piel.
Sinceramente creo que la próxima vez que te vea no me podré contener, tengo que besarte, saber que sucede, hablar y terminar con estas dudas y demonios que me asaltan en mi insomnio, porque este te quiero que tengo en las entrañas está a punto de ahogarme hasta morir.
Febrero 27, 2022.
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